(Eclipse total de sol)
Hace veinte años, el 11 de julio de 1991 ocurrió un eclipse total de sol, que casi todos los costarricenses y muchos mexicanos, centroamericanos, colombianos y brasileños pudimos observar en su gloriosa fase total.
Recuerdo que lideré un proyecto de difusión científica en la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica, con el cual tratamos de alertar e instruir, sobre la observación correcta de un eclipse, a casi todos los ciudadanos de este país. La campaña abarcó todo los medios; prensa escrita, radio y televisión. Preparamos folletos informativos y dimos una buena cantidad de charlas en lugares estratégicos, para estudiantes y para el público en general.
Creo que todos aprendimos como observar correctamente con filtros solares certificados, como escoger binoculares y telescopios, y a tomar fotografías y videos del Sol, con seguridad. Algunos habíamos estudiado un poco la teoría de un evento de esta naturaleza, pero la mayoría nunca lo habíamos experimentado en vivo.
Realizamos cálculos sobre la trayectoria, la línea central de la umbra y su ancho, unos 125 km a cada lado, lo cual cubrió prácticamente todo el territorio de nuestro país, excepto una pequeña cuña de Limón a Isla Calero.
Eso nos permitió predecir la hora de inicio, el máximo y el fin del eclipse para la mayoría de las ciudades cabeceras de cantón de Costa Rica.
A lo largo de la línea central de la umbra, la totalidad tuvo una duración de 5.5 minutos. En Peñas Blancas, el primer contacto ocurrió a las 12:40 y el inicio de la totalidad a las 14:01. La salida por Paso Canoas se dio con un primer contacto a las 12:50 (10 minutos atravesando el país), el inicio de la totalidad a las 14:09 y a las 15:23 se dio el último contacto y fin del eclipse.
Colegas físicos de las universidades, instituto meteorológico, ice e instituto sismológico, constituimos varios equipos de observación y registro, la mayoría de los cuales acudimos el 11 de julio, a la finca el escarbadero, entre Belén y Filadelfia, en Guanacaste.
El eclipse fue observado y registrado fotográficamente y en video, por miles de costarricenses.
Los miemboros de la Asociación Costarricense de Astronomía (ACODEA), con escasos 5 años de fundada y Cientec, jugaron un papel destacado, a la par de del sobresaliente trabajo de la UCR. Nos visitaron astrónomos y aficionados de varios países, donde el eclipse no se observó, ni en su fase parcial. Recuerdo haber interaccionado con miembros de observatorios de la Unión Soviética, de Inglaterra y de Estados Unidos.
Los miemboros de la Asociación Costarricense de Astronomía (ACODEA), con escasos 5 años de fundada y Cientec, jugaron un papel destacado, a la par de del sobresaliente trabajo de la UCR. Nos visitaron astrónomos y aficionados de varios países, donde el eclipse no se observó, ni en su fase parcial. Recuerdo haber interaccionado con miembros de observatorios de la Unión Soviética, de Inglaterra y de Estados Unidos.
La experiencia para mí fue única, tanto desde el punto de vista profesional, como personal. He presenciado otros eclipses, parciales y anulares, pero ninguno otro total, de tan larga duración y extraordinaria belleza.
Había planeado asistir al 37/136 en China (vea Eclipses hermanos en mi blog Astronomía 10 grados norte), pero no pude hacerlo.
Ahora mis planes están puestos en la observación del 22/145, un eclipse total de Sol de casi 3 minutos de duración, que atravesará Estados Unidos, desde Oregón hasta Carolina del Sur, el 21 de agosto de 2017.
¿Sabía que el Eclipse Total de Sol del 29 de mayo de 1919, que yo llamo el eclipse de Einstein-Eddington, pertenece a la misma Serie Saros 136 que el Eclipse Total de Sol del 11 de julio 1991, observado en nuestro país?
¿Tiene usted alguna foto de este eclipse de hace veinte años, que quiera compartirla con los lectores de este blog?
Puede enviarla con una corta descripción a javillalobos@ice.co.cr
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