Puesta de Sol desde Caldera, Puntarenas

Estuve allí el sábado 9 de marzo, con la intención de observar el Cometa C/2011 L4. Desde luego para admirar todo el colorido fenómeno de la puesta del Sol, volver a contemplar el hermoso cielo de las últimas noches de invierno (¡concluye el día 20!) y, lo más importante, compartir con amigos, hacer nuevas amistades y tener la oportunidad de realizar un poquito de mi labor educativa, que me apasiona.
La secuencia de eventos antes y después de la puesta del Sol fue extraordinaria, pues la nubosidad que a veces no queremos, es colaboradora imprescindible en estos casos.

La observación del cometa, sin embargo, no fue buena. El sitio no tenía un horizonte oceánico, al frente estaba las Isla San Lucas y los Cerros de Nicoya, aunque sí de poca altitud y lejanos. Lo que fue compensado en parte por estar nosotros a cierta altitud sobe el nivel del mar, esto es, el horizonte real estaba un poquito más bajo que el nivel de nuestros ojos y eso permitió observar por pocos minutos más. 
Pero el cielo totalmente cubierto de una bruma tenue y las nubes en forma de persiana horizontal, solo nos dejaron ver al cometa a intervalos, durante pocos segundos, cuando atravesaba los pequeños claros. La cuento, sin embargo, como mi segunda observación y para muchos amigos la primera. Sigue siendo nada espectacular, muy distante de Hale-Boop o Hyakutake, o quizás si divido entre 10. Un poco mas grande que Ikeya-Zhang y, desde luego, mucho mas brillante. De los tres tengo muy buenos recuerdos. Esperemos que mejore del 12 de marzo en adelante, al aumentar su elongación respecto al Sol y mejorar nuestro clima.

Bueno, como a las 9 de la noche Orion y sus vecinos, Tauro (con Jupiter de visita), Gemini, Auriga, Lepus, Can Mayor, Can menor y aun Cancer, estaban radiantes y pudimos con binoculares y telescopio admirar algunas de sus joyas (las cabritas, la nebulosa de Orión, cúmulos en los gemelos, en el perro grande y en el cochero, etc.), a pesar de las bandas de bruma más espesa que se extendían sobre nosotros como los dedos extendidos de una mano gigante.

Por el Sur la claridad de las luces del puerto de Caldera apenas permitían ver Puppis, Carina y Vela (con la falsa cruz del Sur). Un poco más tarde se les junto Crux.
Leo, Cuervo y Virgo fueron saliendo por el Este y al Norte entre escondida por el resto del promontorio donde estábamos y los árboles, la Osa Mayor, con sus  sus dos estrellas indicadoras apuntando a Polaris, fácilmente visible.

Como a las 20:30 regresamos a San José, satisfechos por una nueva agridulce aventura astronómica.
Si algún participante desea colaborar con alguna foto, con gusto la publico.
Pronóstico meteorológico del IMN.