Esto significa que el planeta tiene su salida (orto) por el horizonte oriental, casi al mismo tiempo que el Sol se oculta (ocaso) por el horizonte occidental y entonces puede observarse toda la noche. Además, es la etapa en que está, por definición, más cercano a la Tierra y por consiguiente se ve de mayor tamaño y tiene mayor magnitud visual (m= -2,7), tanto que se puede intentar, con éxito, la observación desde antes de que el Sol se oculte.
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Así que, desde observaciones a simple vista, con binoculares, o telescopio, dependiendo de los instrumentos usted posea, le aconsejo observar y disfrutar del cielo, sus estrellas, nebulosas, cúmulos, planetas, la Vía láctea, los meteoros, la luz zodiacal, etc.
Especialmente le será muy satisfactoria la región de Orión y sus vecinos.
Júpiter con su mancha roja y los cuatro satélites galileanos lo esperan en Gemini. Si realiza algunas observaciones consecutivas, hasta podrá estimar el período de revolución de dichos satélites, como lo hizo Galileo Galilei en 1610 (http://www.skyandtelescope.com/observing/objects/javascript/jupiter#).
Tomar fotos es todo un arte, que más que todo depende de la habilidad y experiencia del fotógrafo y no descansa absolutamente en el equipo. Claro, si se tiene una apropiada combinación de ambas variables, se puede lograr una foto espectacular como la que envió mi amigo Marco Tulio Saborío, tomada con su cámara, sin usar un telescopio propiamente dicho.
Y para concluir la noche, espere hasta un poco antes del amanecer, para
que observe a Venus en su pasaje rasante por una constelación poco usual; Escudo (http://astronomia10norte.blogspot.com/2014/01/venus-en-la-constelacion-del-escudo-25.html).
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