Las estrellas nacen en nubes gigantes de gas y polvo llamadas nebulosas o nubes moleculares.
Las estrellas del Triángulo de Verano. |
Estas nubes están compuestas principalmente de hidrógeno, el elemento más abundante del universo.
Una
perturbación (como una onda de choque de una supernova cercana) puede hacer que
partes de la nube comiencen a “colapsar” bajo su propia gravedad".
A medida
que el gas se acumula, se forma un núcleo denso: la protoestrella.
El
material sigue cayendo hacia el centro, aumentando la temperatura y la presión.
La
protoestrella está envuelta en polvo, por lo que al principio no brilla en
el rango visible.
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Cuando la
temperatura en el núcleo alcanza unos 10 millones de Kelvin, comienza la
fusión del hidrógeno en helio.
Este
proceso libera energía y luz, y la estrella entra en la secuencia
principal, su fase más estable.
La presión de la radiación que empuja hacia afuera se equilibra con la gravedad que tira hacia adentro, se dice que la estrella está en “equilibrio hidrostático”.
La masa inicial de la nube determina si será una estrella pequeña como una enana roja (Próxima Centauri), o una gigante azul (como Rigel) que terminará en supernova.
Las estrellas más masivas viven menos tiempo, pero tienen vidas más dramáticas.
Las Estrellas
pequeñas, como las enanas rojas,
viven billones de años, quemando su combustible lentamente.
No
explotan ni colapsan violentamente. Terminan como enanas blancas frías,
llamadas a veces enanas negras (aunque aún no existen en el universo
observable, porque no ha pasado suficiente tiempo).
Las estrellas de masa media (como el Sol), al
agotar el hidrógeno, se expanden en una gigante roja.
Expulsan sus capas
externas, formando una nebulosa planetaria. El núcleo queda como una enana
blanca, muy densa y caliente.
Las estrellas
masivas, como Betelgeuse, viven rápido y mueren jóvenes.
Al agotar su combustible, el núcleo
colapsa y ocurre una supernova.
El remanente
puede ser: Una estrella de neutrones (si la masa es moderada)., o un agujero
negro (si la masa es muy grande).
Lea mi cuento: "Supernova Betelgeuse.
¿Y qué queda después?
Elementos pesados como el hierro,
oro y uranio, que se forman en estas “muertes”
violentas.
Ese polvo estelar viaja por el espacio, sembrando nuevas
nebulosas. Así, la muerte de una estrella es también el nacimiento
de otras… Y de nosotros.
¡Somos polvo de estrellas!
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