Las estrellas, la Luna y los planetas, en un momento dado, son un buen recuerdo y la repetición diaria o anual, un buen calendario.
“Pero nuestra vida y lo que somos, depende de nuestra genética y nuestras
propias decisiones, como lo hicieron aquellos costarricenses en 1821,... nada más”.
Nuestra
obligación y compromiso es mantener esa herencia, con buenas decisiones y
hechos, basadas en estudio, conocimiento y pensamiento crítico.
Note la franja de estrellas de la Vía Láctea de Noreste a Suroeste. El gran cuadrado de Pegaso en el medio cielo, con casi nada en el centro, como para escribir en pizarra limpia. Inspirador para que nuestros “abuelos” redactaron el acta. Orión queriendo salir por el Este. La Luna, Júpiter y Saturno como testigos.
Lindo, pero nada más.
El resto lo decidieron nuestros antepasados con plena
conciencia y conocimiento,y ha quedado como una herencia para nosotros.
El cielo se adelantó un poquito.
La Luna anda por otro lado, Júpiter y Saturno se separaron.
¿Habremos tenido un progresado significativo, una notable mejoría, somos más felices en los últimos años?
Justo a la puesta del Sol (17:30), en Cartago, quizás recién firmada el acta 57, de independencia.
La Luna trajo a Venus de la mano, Júpiter y Saturno se acercaron.
Pero el firmamento solo fue testigo, los acuerdos los tomaron costarricenses valientes.
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